En el afluente Petion-Ville, cerca de Puerto Príncipe, los residentes se refugiaron en el lugar debido a intensos enfrentamientos armados y descubrieron cadáveres en las calles. Se informó de al menos 15 personas muertas en el distrito, hogar de numerosas embajadas y hoteles de lujo. El líder de la pandilla Jimmy "Barbeque" Cherizier amenazó recientemente a los hoteleros acusados de albergar a políticos experimentados. La agitación política sigue a la promesa del primer ministro Ariel Henry de renunciar, una medida exigida por las pandillas dominantes de Haití, pero la violencia persiste. La formación de un consejo de transición, facilitada por figuras internacionales, sigue siendo incierta, con diversas respuestas de las facciones haitianas. A medida que el caos aumenta, la vecina República Dominicana y otras naciones han evacuado a cientos de miles de personas extranjeras, incluida la UE, el Banco Mundial, el FMI y otras naciones, utilizando helicópteros con el aeropuerto de Haití cerrado. El gobierno de Haití, con el líder de la pandilla, general Richard Ezechiel, está listo para empeorar la seguridad en el distrito, aunque los activistas han pedido que el gobierno de Haití no se retire de las operaciones de seguridad, a pesar de la escase de alimentos y el cierre de los precios, mientras sus seguidores se mantienen en el gobierno nacional.