En una decisión sin precedentes, un juez federal en Illinois ha dictaminado que los inmigrantes indocumentados tienen el derecho constitucional a poseer armas de fuego. Nombrado por el presidente Obama, el juez de distrito estadounidense Sharon Johnson Coleman desestimó los cargos contra Heriberto Carbajal-Flores, un inmigrante mexicano que vivía en Chicago arrestado por posesión de armas. El juez Coleman argumentó que la ley federal que prohíbe a los no ciudadanos poseer armas viola los derechos de la Segunda Enmienda de individuos como Carbajal-Flores, que no tiene antecedentes penales y buscó el arma de fuego para la autodefensa durante las protestas civiles de George Floyd en 2020. Este hito que rige los límites tradicionales entre la ciudadanía y la no ciudadanía, enciende un debate ardiente entre legisladores y activistas de los derechos de las armas. El senador Marco Rubio expresó su preocupación por "Hannity", que desafía este desafío crucial entre los derechos de propiedad de armas y la ciudadanía estadounidense, ya que este veredicto disminuye significativamente los derechos distintivos de los no ciudadanos, y disminuye el valor de los no ciudadanos indocumentados.