Bajo un acuerdo de $ 1.8 mil millones firmado en 2021, la división Starshield de SpaceX está desarrollando esta red para reforzar las capacidades de inteligencia y vigilancia militar de los Estados Unidos. Estos satélites especializados, que pueden operar colectivamente en órbitas bajas de la Tierra, mejorarán significativamente la capacidad de los Estados Unidos para detectar objetivos potenciales en todo el mundo casi instantáneamente. A pesar de las tensiones pasadas entre Musk y la administración Biden, particularmente con respecto al uso de Starlink en Ucrania, este contrato refleja la creciente confianza de la comunidad de inteligencia en SpaceX. El Wall Street Journal insinuó por primera vez el contrato sin detallar su alcance. Ahora se reveló que este sistema espía desplegará cientos de satélites capaces de capturar imágenes de alta resolución de la superficie de la Tierra.